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| Foto: Sixto Guizado Salazar |
Israel Téllez, estuvo voluntarioso en su primer astado,
lástima que pronto se viniera abajo, mató tras un pinchazo y estocada entera.
En su segundo invitó al “rata” para poner las banderillas llevándose las palmas
este último.
El astado pronto se rajó y el matador no pudo hacer nada para
agradar al público.
Juan Carlos
Cubas, sin suerte en ambos astados que le tocó en el sorteo. El primero con
ganas de prenderlo, por más que intentó el matador nada pudo hacer. En su
segundo igual, se rajó pronto buscando
tablas en todo momento, el huancaíno puso mucha voluntad; pero nada.
Rafael Orellana
tuvo más suerte que sus alternantes, le tocó los más lidiables, aprovechó lo
más que pudo, para agradar al respetable que no se movieron de sus asientos aún
con la llovizna, a su primero deja una estocada ligeramente trasera y
perpendicular; pero efectiva, el Juez le otorga una oreja. A su segundo lote
dejó que le diera un fuerte puyazo, se dejó torear por ambos pitones,
transmitió pronto a los tendidos, con el acero pinchó dos veces y la tercera
entera, el Juez muy complaciente le otorga una oreja. Llevándose de esta manera
el trofeo en disputa.
Resumen del festejo:
Israel Téllez:
silencio y silencio
Juan Carlos Cubas:
silencio y palmas.
Rafael Orellana:
oreja y oreja.
Texto y foto: Sixto Guizado Salazar
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| Una oreja en cada uno de su lote |
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| Puerta grande para el torero venezolano |
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| El tío Julio un revistero de leyenda viva |
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