En esa oportunidad, partieron plaza en
Lima Manuel Escribano, Paco Ureña y José Garrido, que confirmó su alternativa, ante más de media asistencia
cubierta en los tendidos para enfrentarse a un encierro de Santa Rosa de Lima, que
salieron deslucidos, los toreros trataron de agradar a los asistentes,
estuvieron variados con el percal y la pañosa, pero no siempre se llegó a los
tendidos porque los ejemplares de Santa Rosa no transmitían.
Esa tarde el
subalterno “Castorcito” se cortó la coleta, fue una ceremonia emotiva.
Otro pasaje desde el
tendido, mucha gente no entiende aún, los momentos de este bello espectáculo, corean
los oles, cuando el matador está trasteando con la muleta sin trascender, a los
aficionados o en este pasaje piden que suene la banda, o atreviéndose a pedir
al matador toree en los medio, cuando él es quien sabe que terrenos quiere el
toro. Me hizo recordar lo que sucede en los pueblos, Acho es una plaza de
primera y eso no lo entienden algunos asistentes, quienes con sus gritos
molestan a los verdaderos aficionados de su majestad ACHO.
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