Dos conceptos
distintos para una sola verdad: la del toreo auténtico. Javier Castaño y
Antonio Nazaré tocaron la gloria al pie del Ilucán en una tarde para el
recuerdo. Bien presentada y con matices de bravura, clase y también de lo otro,
lució la corrida colombiana de La Ahumada.
La vida nos regaló un
pedazo de felicidad ayer, con una corrida bien presentada –sólo uno, el 1°,
fuera de tipo-, y dos toreros que resolvieron con arte, conocimiento y valor,
las complicaciones de un encierro que tuvo todos los ingredientes para