Junto al peruano Morenito de Canta tocaron
pelo ante una voluminosa corrida de El Rocío y La Viña. El Toro-Toro puso la
emoción y los toreros la cuota de valor. Fue el último festejo del año en honor
a San Roque, patrono del antiguo y tradicional barrio de Santa Cruz de
Cajamarca.
El
rumor era que estos toros redondos, con edad, apretados de carnes y de pitones
cavernarios, eran los que inicialmente estaban reseñados para Chota y que el SENASA
los intervino por asuntos de documentación. Lo cierto es que ayer en Santa Cruz
saltó una auténtica corrida de toros que infundió miedo desde los corrales;
pero que a pesar de su edad, -algunos frisaron los seis años o más-, tuvo