Una corrida
con claroscuros pero interesante, -donde sólo los banderilleros fueron
nacionales-, con toreros que le pusieron actitud y oficio, nos obsequiaron una
buena tarde de toros en este pintoresco distrito ubicado en las estribaciones
tarmeñas a mas de 3,000 metros de altitud. Un toro de San Alejandro, de
hechuras asaltilladas, que tuvo trapío y transmisión, puso la emoción en el
epílogo de una jornada donde dos toreros sudamericanos fueron izados en
triunfo.
Después de algunas
temporadas,- exactamente tres-, volvimos a transitar los frígidos pero