No hubo
puerta grande, pero la tarde dejó gran sabor. Enclasada, noble y bien
presentada la corrida de San Pedro, con un buen 5° para el que hubo solicitud
de indulto, denegada por el juez. Orejeados Serna y Savalli, en tanto El Yeta
dio una vuelta al ruedo.
La tierra del pisco
volvió a ser protagonista de una gran tarde de toros. Cuatro de los cinco
ejemplares que saltaron al albero caravileño tuvieron cualidades de bravura y
nobleza para una terna que correspondió con su entrega a la expectativa de la
gente, que llenó de bote a bote la discreta placita ubicada al pie del gran apu
Indio
Viejo.
Si algo medio empañó el
espectáculo, fue la gran división y bronca que se desató cuando un sector de la
plaza exigió el indulto del gran colorao
que hizo 4°, rebosante de clase y muy humillado por ambos pitones, con el que
Emilio Serna disfrutó en tandas de muletazos sobre ambas manos jaleadísimas por
el público. El juez se mantuvo en sus trece, guiándose del reglamento, y no
mostró el pañuelo naranja a pesar del entusiasmo de muchos y la extrema
exigencia de algunos, para azuzar un pedido que no prosperó.
Cierto que no va
sobrado de pausa ni pasmo, pero Mhedi Savalli es un torbellino de emociones.
Exhibió facultades físicas y oficio para agradar al grueso de la platea y estar
por encima de las buenas condiciones de sus enemigos. El 2° se le quedó crudo
en varas y sacó ese nervio que impidió al torero relajarse en las series de
muletazos que el bicho los tomaba sin entregarse. El 5° se movió menos pero
llevaba un tranquillo interesante y se dejó banderillear, retumbando la plaza
con la destreza que exhibió el embetunado torero galo al clavar un gran par -de
dentro afuera- al violín.
El Yeta se hizo de la
gente cuando recibió con una larga al 3°, y al intentar la segunda viniendo el
toro cruzado, se hizo un quite imposible al hilo de las tablas. Sin ser un
dechado de arte, el torero exhibió mucha actitud para resolver el compromiso,
-que de hecho era grande al lado de dos placeadísimos alternantes-, cogiendo
los rehiletes y aquietando a la gente allá arriba. El toro tenía un gran pitón
derecho y la cadencia de los buenos toros mexicanos, gustándose el cajabambino
en muletazos sueltos alguno disfrutándolo. La gente estuvo con él y muy
arropado pinchó y se le fue de las manos algún trofeo.
Ficha. Jueves 4 de
febrero de 2016. Feria de la Virgen del Buen Paso. Tarde soleada con plaza
llena. Reses de San Pedro 1°, 2°, 3°, 4°, y 5° de Salamanca, bien presentadas,
bravos y nobles en general. Emilio Serna (Turquesa y Oro) Estocada calada,
estocada tendida, palmas. Estocada desprendida, oreja tras aviso. Mhedi Savalli
(Grozella y Oro) Estocada calada, tres descabellos, palmas. César Bazán El Yeta
(Turquesa y Oro) Pinchazo, estocada delantera, vuelta al ruedo.
(Desde Caravelí,
Arequipa, textos y fotos de Juan Medrano Chavarría)
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