Con su
natural entrega, el torero jerezano puso la emoción y encandiló al foro de la
Raúl Dávalos, que lo aclamó con ardor. El gran Finito desbrozó arte y
despaciosidad ante un lote que apenas le embistió; en tanto el guayaquileño
Guillermo Albán optó por la actitud y variedad que no le alcanzaron para
puntuar. La corrida de Campo Bravo y El Pinar dio escaso juego y saltó muy
discretamente presentada…
Un cartel muy bien
rematado fue el plato fuerte de la corrida estelar de la feria del Señor del
Buen Suceso, anunciada para el mediodía del
último domingo. Con nubarrones grises
y algunos claros por donde el cielo se dejaba ver eternamente azul, hicieron el
paseíllo en la monumental Raúl Dávalos de la ciudad de Riobamba, Juan Serrano Finito
de Córdoba, de grana y oro; Juan José Padilla, de verde botella y oro,
y Guillermo Albán, -el diestro ecuatoriano de mayor cartel en su país-, de
verde esmeralda y oro. Se lidiaron cuatro reses de Campo Bravo, 1°, 2°, 3° y
6°, de variado juego, destacando entre la mediocridad de sus compañeros el 1° y
2°, que embistieron y duraron, más el 2°, al que Padilla pretendió indultar; y
dos de El Pinar, 4° y 5°, de pésima performance. Ante ellos los coletas se
expresaron tal su concepto y sólo Padilla sacó partido, aupado por la
condescendencia y generosidad de un público totalmente entregado a su quehacer.
El talento innato tuvo
un intérprete: Finito de Córdoba, que en realidad ha vuelto a vestirse de
torero para expresar lo mucho bueno que lleva dentro de su humanidad. Cuatro
verónicas con gitanería y otros tantos muletazos rematados con trincherillas de
excelso aroma, fueron la membresía de este torero que transmite con naturalidad
lo que hace allá abajo en el ruedo. El de la obra no fue un gran toro; se movía
sólo por la inercia de su mansedumbre, pero Juan Serrano aprovechó el mínimo
viaje para desplegar su bisutería. Cómo recordar al 4°, un gazapón,
descompuesto y feo de hechuras que medía, probaba y arrollaba, muy a
contraestilo de la personalidad del gitano.
Padilla apareció como
una tromba ante el 2°, único de la tarde que se dejó y embistió con cierta
entrega. El saludo fue en el tercio con una larga cambiada; los quites por
faroles en los medios sorprendieron a los balcones, pero los diez muletazos de
rodillas rematados con el de pecho fueron la guinda; el jerezano había flechado
a sus entusiastas simpatizantes y en adelante todo lo que hizo con sus
naturales limitaciones físicas, fue celebrado con algarabía por el público que
inclusive se decantó por una moción de indulto que no prosperó. Con el
grandullón y bastote 5° no estuvo lucido pero suplió con voluntad y entrega la
poca colaboración del animal. En ambos fue premiado tal vez excesivamente con
trofeos, pero esa fue la decisión del juez con la rúbrica sentimental del
público.
Albán tuvo discreta
actuación ante sus paisanos. Sus oponentes no le regalaron nada pero a él le
faltó poner la pimienta y cruzar la raya para remontar el tedío. Con el 3° rayó
a gran nivel con el capote e inolvidable aquel grácil galleo en el preludio de la
suerte de varas. El gesto de invitar a banderillear a sus connacionales fue muy
aplaudido, permitiéndonos apreciar la gran categoría de los subalternos
ecuatorianos, que lidian y banderillean indistintamente con sumo
profesionalismo. Ante el 6° salió a por el triunfo pero las malas condiciones
de “Fandango”
fueron una verdadera muralla contra la que el diestro guayaquileño
finalmente se estrelló.
Ficha. Domingo 12 de abril de 2015. Último festejo de la
feria en honor al Señor del Buen Suceso. Tarde nublada con lluvia intermitente
y ligera, y sol a partir de la lidia del 5° toro; tres cuartos de entrada.
Reses de Campo Bravo y El Pinar.
Juan Serrano Finito
de Córdoba (Grana y oro) Estocada tendida, delanterilla y desprendida,
saludos tras aviso. Estocada trasera y contraria, cuatro descabellos, palmas
tras aviso.
Juan José Padilla
(Verde botella y oro) Estocada trasera y caída, cuatro descabellos, oreja tras
aviso y vuelta al ruedo al toro. Pinchazo, estocada contraria y caída, oreja.
Guillermo Albán (Verde
esmeralda y oro) Pinchazo, estocada baja, silencio. Estocada perpendicular y
desprendida, silencio.
(Desde Riobamba, Ecuador
Juan Medrano Chavarría)
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