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jueves, 3 de diciembre de 2015

CAYÓ EL TELÓN DE ACHO CON EL TRIUNFO DE ANDRESITO ROCA REY

Que se llevó el Escapulario del Señor de los Milagros al cortar cuatro orejas y salir por la puerta grande del coso bajopontino. Don Roberto Puga volvió a presentar una corrida sin trapío y escasa de fuerzas. A Enrique Ponce el triunfo le fue esquivo, pero su depurada técnica y gran dominio estético de la escena, hicieron retumbar los viejos machones de Acho…
Fue una tarde tibia más que calurosa. El sol asomó al inicio del paseíllo para dar brillo al desfile ceremonial de una corrida de epílogo clamoroso, donde un torero peruano rozó la gloria tras desbrozarse en fresca y renovada tauromaquia en aquel histórico foro que es nuestra más que bicentenaria plaza de toros de Acho.

Como editorializamos en Fiesta Brava N° 70, “Andrés y la Gloria de Madrid”, y “Andresito”, en Fiesta Brava N° 71, la joven promesa, convertida hoy en grata realidad, reeditó en Acho la gran dimensión de su toreo, en dos faenas que supusieron un auténtico compendio de conocimiento y espontaneidad, ante un público, su público, que lo esperaba para verificar in situ las hazañas que lograba en ruedos europeos.
De las tres faenas la que más nos impactó fue la que realizó al 6°, un animal que valía nada y al que realizó variadísimos quites confiando más en su poder que en las misérrimas condiciones del toro. Tras un par de muletazos asido a la valla echó rodillas a tierra y en terrenos comprometidos lo toreó haciendo remecer la plaza. Aquello fue corto pero muy intenso, y la gente lo valoró porque  el toro no predecía cosas buenas y además, en otras circunstancias, no había razón para jugársela, con dos orejas en el esportón y asegurada ya la puerta grande.
Lo del maestro Ponce fue como volver a proyectar en el ecran la misma gran película; es decir, el mismo escenario, la misma tarde y con el mismo toro… Eso sí, con un gran amor propio para buscar el triunfo rotundo que esta vez se le fue de las manos. El juez no fue generoso con él y además, había allí un chaval que exhalaba aire fresco por todos lados.
Pena la paupérrima presentación del ganado, que esa fue la tónica también de las corridas españolas. Esta vez Acho ni se inmutó, pero la gente abandonó el coso convencida que le habían metido la mano al bolsillo. Mal precedente luego que los falsos animalistas dieran luz verde a la Ley de Protección de los Animales. Cuando esto se acabe, y ojalá no sea pronto, pocos o nadie saldrán a las calles, porque tienen la certeza que el negocio de los toros es cosa de vivos; como ocurrió en Trujillo, cuando se tumbaron la plaza y apenas cuatro gatos pretendieron impedirlo…
Ficha. Domingo  29 de noviembre 2015. Tarde soleada con plaza rayando en lleno. Reses del señor Roberto Puga, terciadas y escasas de bravura; el 3° devuelto por impresentable y reemplazado por un ejemplar del ganadero colombiano Juan Bernardo Caicedo, de buen juego. Enrique Ponce (Sangre de Toro y Oro) Dos pinchazos, dos descabellos, palmas. Estocada caída, oreja. Tres cuartos de estocada caída, saludos. Andrés Roca Rey (Turquesa y Oro) Estocada trasera y tendida, dos descabellos, palmas. Estocada delantera y desprendida, dos orejas. Estocada delantera y tendida, dos orejas.      

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