Con frío y
aguacero, se realizó el primer festejo de la feria taurina en honor a la Virgen
Inmaculada Concepción. Excepto uno, los ejemplares de Santa Isidora, de
procedencia colombiana, acusaron falta de raza y movilidad; los del Pinar del
Río, terciados, se movieron más y uno de ellos fue materia para el triunfo del
rejoneador venezolano Francisco Javier Rodríguez….
Tras sortear los
frígidos páramos antiplánicos donde el agua rápidamente se convierte en hielo,
arribamos vía Juliaca a la ciudad de Macusani, capital de la provincia de
Carabaya, denominada
con justicia la capital taurina del sur del Perú. Su coso
taurino Allin Kápac, nombre del gran nevado guardián del pueblo, alberga cada
tarde a unos 15,000 espectadores que en su mayoría llegan procedentes de
importantes ciudades taurinas como Ollachea, Ayaviri, Asillo, Coasa y
Rosaspata.
Desde las primeras
horas de la mañana la plaza principal es un hervidero de gente, que a falta de
hospedajes se solazan en tertulias y fugaces caminatas por las estrellas calles
de la ciudad, antes de enrumbar al coloso para disfrutar de la corrida. La
procesión es imponente. La imagen de la virgen va sobriamente ataviada con fina
capa de terciopelo y a sus pies un hermoso arreglo floral de rosas y
margaritas. Diez devotos cargan la pesada anda artísticamente trabajada en
madera repujada. Truenan los cohetes y los breves responsos son el preludio del
delicioso ponche que el alferado servirá en el atrio del templo a los fieles y acompañantes.
El coso dista un
kilómetro de la ciudad. Los graderíos acondicionados en el cerro lucen repletos
de gente; en frente se levantan palcos de madera –de hasta tres niveles-, de
las familias notables de Macusani. El paseíllo inicia a las dos de la tarde y
diez minutos después salta el primer ejemplar de la ganadería Pinar del Río,
terciado y poco colaborador. El animal tardea y no transmite cuando ataca las
cabalgaduras. El 4° tiene más nobleza y aunque también tardito, embiste sin
arrollar. El torero lo encela y clava banderillas a dos manos y rosetas muy
jaleadas por el público. El rejón es efectivo y el venezolano pasea los trofeos
que a la postre serían los únicos de la tarde.
El 1° de Octavio Chacón
sólo duró tres capotazos. El 5°, uno imponente de Santa Isidora de procedencia
colombiana, sale con arrestos y El Yuca lo prueba con el capote. Chacón no le
tiene confianza y tras el castigo de Cahuantico el toro canta su mansedumbre. Por el derecho
no toma el engaño pero por el izquierdo se desliza con brusquedad. Chacón lo
intenta por fuera quedándose quieto un par de veces. No hay lucimiento y el
torero trastea antes de ir por el acero.
Miguel Tendero sí que
tuvo una mala tarde. La temporada anterior sorteó lo imposible en esta misma
plaza y esta vez el que saltó 3° de Santa María le mermó la autoestima. Cierto,
fue un marrajo con peligro, pero le faltó actitud y temple para resolver el
compromiso; se descompuso pinchándolo sin maneras hasta que sonaron los tres
avisos. El castaño 6° sirvió y mucho, pero no lo toreó con el capote. Dispuso
la entrada del picador y tras la vara el animal mostró buena condición. El
inicio fue incierto pero por el lado derecho logró muletazos sin estar a gusto.
No lo intenta por el otro pitón y vuelve a descomponerse a la hora de la
verdad.
Ficha. Jueves día 10 de
diciembre de 2015. Tarde nublada y lluviosa con plaza llena. Reses de Santa
Isidora 2°, 5° y 6°; Pinar del Río 1° y 4°, y Santa María 3°, variados de
presentación y en general carentes de bravura. Francisco Javier Rodríguez,
rejón caído, vuelta al ruedo tras un aviso. Rejón caído, dos orejas. Octavio
Chacón (Hueso en Azabache) Estocada delantera y caída, estocada entera,
metisaca, silencio. Pinchazo, estocada caída, palmas. Miguel Tendero, Pinchazo,
estocada baja, cuatro pinchazos, tres avisos. Pinchazo, estocada delantera,
pinchazo, media estocada baja, silencio tras dos avisos.
(Desde Macusani, Carabaya, región Puno,
textos y fotos de Juan Medrano Ch)
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