Junto al peruano Morenito de Canta tocaron
pelo ante una voluminosa corrida de El Rocío y La Viña. El Toro-Toro puso la
emoción y los toreros la cuota de valor. Fue el último festejo del año en honor
a San Roque, patrono del antiguo y tradicional barrio de Santa Cruz de
Cajamarca.
El
rumor era que estos toros redondos, con edad, apretados de carnes y de pitones
cavernarios, eran los que inicialmente estaban reseñados para Chota y que el SENASA
los intervino por asuntos de documentación. Lo cierto es que ayer en Santa Cruz
saltó una auténtica corrida de toros que infundió miedo desde los corrales;
pero que a pesar de su edad, -algunos frisaron los seis años o más-, tuvo
toreabilidad y el corrido 5°, negro bien armado de El Rocío, un buen toro que
fue bravo en el caballo, mostró raza en la muleta y tuvo muerte de bravo, sin
buscar jamás el abrigo de las tablas. De tal suerte que lo demás quedó en manos
de los de seda, quienes de acuerdo a su sapiencia, voluntad y oficio, sacaron o
no partido de las condiciones de los morlacos para lograr satisfacciones o
pegar la vuelta en desazón.
Había
que estar allí para sentir la sensación de miedo a la salida de cada toro a la
arena. El 1° fue un mastodonte que se llevó por delante al piquero y medio
desbarató la plaza. Pero el asunto era sólo de romana porque iba tontón y sin
picante, para provocarle en cercanías y aguantarle. Antonio Reyes hizo el
esfuerzo por centrarse logrando a medias su propósito. El de Morenito de Canta
tuvo más movilidad pero de embestida irregular; a momentos humillaba pero
también le salía el manso. “El Morenito de Canta” dibujó algunos muletazos por
el pitón derecho y lo mató contundente para cobrar un trofeo.
El
lote de Nuno Casquinha fue un auténtico claroscuro. El 3° un descarado
cornipaso que tras sentir el hierro de la puya se fue para tablas. El mérito
del portugués fue porfiarle y sobretodo poderle, arrancándole las dos orejas en
el fragor. Más importante fue la lidia que le dio al 5°, un toro bravo desde la
salida que se empleó en varas y soportó larga faena. Sin la clase anhelada, el
toro arreó con raza y el torero estuvo siempre allí para marcarle la pauta en
muletazos de trazo largo. Pena que lo pinchara porque un triunfo con este toro
hubiera sido de auténtica valía.
Ficha.
Domingo 29 de diciembre 2013. Tarde nublada, media plaza de entrada. Corrida de
Toros. Se corrieron cinco ejemplares: 1°, 3° y 5° de El Rocío, bien presentados
y de variado juego, el 5° bravo; y 2° y 4° de La Viña, este último devuelto por
inutilizarse de salida.
Antonio
Reyes (Primera Comunión y Plata) Dos pinchazos, estocada caída, palmas.
Carlos Ramírez Morenito de Canta (Pistacho y Oro) Estocada
desprendida, oreja.
Nuno
Casquinha (Azul Rey y Oro) Estocada caída, dos orejas. Tres pinchazos, estocada
desprendida, descabello, palmas.
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