Sosa, descastada y justa de fuerzas, la corrida no fue fácil;
tuvo dos puñales por delante y careció de claridad en la embestida,
desarrollando sentido para coger. Urdiales estuvo a la altura con un lote casi imposible;
Luque pasó de puntillas y Cubas –con técnica y conocimiento-, sacó partido del
menos complicado cortando una oreja de peso en Acho. Los taurinos reventadores
de dentro la plaza no disfrutaron con lo poco bueno, en cambio chillaron más
que los treinta enardecidos que fuera del coso abogan por extinguir la fiesta…
Como era previsible, la tarde no fue de florituras. Los toros de La
Quinta, encaste Santacoloma, que en España está en el rango de las llamadas
CORRIDAS DURAS, -y que por tanto sólo las torean los denominados toreros
modestos y NO LAS FIGURAS, tal la miurada del pasado 8 de noviembre-, tuvieron
un magro desempeño en Acho; y ni el oficio y la voluntad desplegada por sus
lidiadores trastocó el mal agorero destino de la tarde.
Los zalduendos de Morante y
Talavante fueron más chicos y pobres de pitones que cualquiera de los que saltaron
ayer domingo día 22; los de Daniel Ruiz que mataron Castella y López Simón tampoco
inspiraron miedo; con la gran diferencia que aquellas dos corridas tuvieron
nobleza y algunos toros mucha calidad en la embestida; resultado de la
manipulación genética que ha quitado la fiereza al toro de lidia, logrando un
animal de comportamiento previsible, de embestida rítmica y acompasada, a pelo
con las exigencias de las mal llamadas figuras del toreo, que mandan en el
negocio e inventan circunstancias adversas para impedir el ascenso de toreros
que por merecimiento propio deberían estar en la cima.
El de ayer fue un toro
diríamos casi en estado puro, cuyos ganaderos, tal los de Miura, entre otros criadores
de rancio, no han manipulado ni la raza ni el fenotipo de su encaste
primigenio. Entonces, enfrentarse a toros como estos, astifinos además, supone
un especial desafío y orgullo para el que se pone delante y triunfa con
ellos…Lástima que mucha gente no supiera de esto, para valorar en su justa
medida lo que dos toreros hicieron ayer en el albero de Acho.
Diego Urdiales, uno de los
grandes triunfadores de la temporada española, a quien el injusto sistema
imperante en el negocio del toro relegó al ostracismo por más de una década, mostró
la valía de su toreo ante dos toros de distinto comportamiento pero similar
epílogo. El 1°, carente de arrestos y fuerzas, duró apenas cinco lances, más el
proverbial remate enroscándose el capote a la cintura, con que el torero de
Arnedo abrochó primorosamente la serie. Tras el puyacito de Caro el toro
blandea, se mueve sin son y brusco. El torero lo tiempla pero no hay emoción;
por el pitón izquierdo rebrinca y como no hay por dónde hilvanar, lo despacha
sin más.
El 4° no se emplea en el
capote y tras el puyazo de Ángelo Caro va codicioso tras la muleta. Urdiales lo
somete por bajo sintiéndose. Fija al toro y con mano firme se desbroza en
derechazos rebosantes de temple y mando. Suena la música y Acho rompe en
ovaciones. El pitón izquierdo es inoperante y cuando vuelve a derechas el
animal renuncia a los envites y pasa sólo por inercia, suelto, distraído y sin
arrestos para repetir.
Cubas volvió a comparecer
en Acho después de tres temporadas de ausencia forzada. Exhibió técnica y
oficio ante el 2°, cuya virtud fue moverse y repetir sin ritmo ni clase. El
huancaíno mostró la solvencia de su toreo desde el capote, en vistosos lances a
un bicho que no se define y echa las manos por delante. Los quites por
chicuelinas tienen gracilidad y el remate cargándose el capote a la cadera
tiene añejísimo sabor.
Inicia sometiendo por bajo
y tras fijar a su enemigo cita en largo con la muleta por delante. El animal
tardea y dejándose ver cruzado fluyen tandas con la mano derecha. La tercera
serie es templadísima y a la quinta Acho rompe porque el torero se entrega y su
quehacer cala en el alma de la gente, con un toro –he allí el detalle-, que no
tiene calidad pero se mueve.
Por el otro pitón el toro
también va desclasado, embarcándose en los vuelos de la muleta del huancaíno.
No hay conjunción porque la embestida es atípica, echando el burel la cara
arriba a pesar del buen juego de muñecas del torero; el mérito está en que hay
toreo porque los pases son hasta el final, ligando los muletazos con temple y
arrematados con el de pecho.
El 5° no dice nada en el
capote, estira el cuello arrollando pero el torero lo tiempla y se siente con
fugacidad; coloca en largo al toro que se arranca al caballo en armonioso
galope. Repite el envite y el animal acude a la suerte pero no hace sangre. No
define su comportamiento y las primeras arrancadas son de corto trazo. El
torero se emplea pero no hay respuesta de los tendidos. Insiste, encuentra el
hilo de la madeja y tras dos series templadas de derechazos suena la música.
Se pone de a verdad, el
bicho pasa pero no se encela, va suelto a su aire y pareciera que no mandara
nadie. Juan persevera y logra derechazos
tirando del animal. Lastimosamente las series no calan por lo deslucidos
que resultan los remates, con un toro que no rompe al final de los muletazos y
menos se emplea con celo en los de pecho.
Burdo de capote es el 1° de
Daniel Luque. Tiene poca fuerza pero el sevillano lo brinda a la afición de
Lima. Inexpresivos muletazos por el pitón derecho porque el toro no tiene
nervio y carece de recorrido. Por el izquierdo lo cita muy fuera de cacho, el
toro deviene gazapón y lo despacha sin resolver la papeleta. El 6° tampoco trae
cosas buenas, observa mal estilo y busca el bulto para coger. La respuesta del
torero es ordinaria y hasta grotesca, con trapazos que denotan orfandad de
planteamientos y nulo compromiso para resolver con prestancia y torería.
Ficha. Domingo día 22 de
noviembre. Cuarta Corrida de Abono de la Feria del Señor de los Milagros. Tarde
nublada con tres cuartos de entrada. Reses de La Quinta, -el 2° un auténtico
novillo con el guarismo 2 en el brazuelo-, descastadas y de escasa fuerza.
Diego Urdiales (Grana y Oro) Estocada entera desprendida y delanterilla, palmas
y pitos al toro. Estocada baja, silencio. Juan Carlos Cubas (Nazareno y Oro)
Estocada desprendida, oreja y palmas al toro en el arrastre. Estocada calada,
media estocada, silencio. Incidencias.- Se desmonteró el
banderillero español Abraham Neiro, en el corrido 3°, y el subalterno nacional
Denis Castillo, en el lidiado 4°.
(Textos y Fotos: Juan Medrano Chavarría)
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