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viernes, 7 de octubre de 2016

FUI MATADOR DE TOROS POR CIRCUNSTANCIAS DE LA VIDA, Y SOY GANADERO POR VOCACIÓN

Representará a la ganadería brava nacional en los 250 años de Acho
Con estas palabras, don Rafael Puga Castro resume la historia de una vida dedicada al toro. Aquí los detalles de una emotiva jornada en los predios de Camponuevo, cuyo hierro lidiará esta temporada una corrida de toros en la bicentenaria plaza de Acho.
Camponuevo no sólo tiene una historia, tiene decenas de ellas que están escritas a sangre y fuego en los anales de la tauromaquia peruana; con un referente importante, La Pauca,
legendaria ganadería de toros bravos fundada en Cajamarca por los ancestros de la familia Puga, encarnada hoy en Camponuevo, cuyo titular, don Rafael Puga, lleva adelante uno de los proyectos ganaderos más importantes del Perú.
Antes, don Rafael fue matador de toros, y previo al doctorado, señorito torero, luego novillero; con un detalle: triunfó rotundamente en Acho cortando rabos y orejas en estas tres categorías, sumando un total de 23 corridas de toros y 10 ferias del Señor de los Milagros, exhibiendo en su casa ganadera todos los trofeos que por aquellos años se entregaban en Acho, obteniendo un palmarés que ningún torero nacional ha logrado a la fecha.
Uno de los gratos momentos de don Rafael Puga le ocurrió cuando torero. “El Presidente Velasco había recibido una fuerte rechifla en Acho el año 1972. Entonces no era bienvenido en la plaza y me invita en 1973 a Palacio luego de ganar el Escapulario de Oro; no sólo me felicitó, sino que me facilitó el viaje a España para perfeccionar mi toreo y mi afición ganadera”.
El hombre desborda afición y pasión por lo que hace. En la finca hay que trabajar todos los días y siempre hay qué hacer. Se escucha un rumor lejano que de a pocos se hace más intenso; es el vaquero con los toros al galope por el circuito que recorre tres veces por semana, ejercitando a los animales para poner a punto el ritmo cardíaco y eliminar el exceso de kilos. Es un espectáculo maravilloso, con los toros galopando sin abrir la boca, con ritmo constante y acompasado al trote del caballo.     
No es casualidad que los toros de Camponuevo no se caigan en las alturas más extremas de nuestra geografía taurina. La explicación está en el cuidado, la sanidad y el entrenamiento que se brindan a cada una de las reses que pastan en la ganadería.
“Conozco a cada una de mis vacas y voy a los pueblos donde lidian mis toros, sin excepción”, añade don Rafael.
“Ser ganadero no es un negocio, por mucho que se cobre por los toros. La demostración está en el escaso número de verdaderos ganaderos que hay en Perú. Y nunca debemos olvidar que sin ganaderos no hay corridas; por eso se debe apoyar a los esfuerzos ganaderos, exigiendo productos de calidad y que respondan a las expectativas del aficionado. Tengo ilusión por los toros que presentaré en Acho en la segunda corrida del abono. Soy consciente que no soy el inventor de la bravura, pero garantizo que mis toros son toros y que los he criado con esmero. Ojalá respondan con buen comportamiento en la plaza, como lo hacen en provincias, porque hay mucha responsabilidad  y Camponuevo no puede ni debe  defraudar el compromiso que mi familia  tiene con la fiesta brava en nuestro país. En mi ganadería se fomenta la seriedad, se desecha la picardía y se apoya a los toreros peruanos con proyección. Andrés Roca Rey es fiel testigo de lo que expreso”, remarca el ganadero.
Aquella corrida anunciada para el domingo día 13 de noviembre, en el tercer festejo de la feria del Señor de los Milagros, luce en tipo, seria y con el trapío que Acho y el aficionado reclaman. El ganadero ha puesto especial cuidado en la presentación; la hemos visto y de seguro no defraudará. Desde el brillo de su pelo, pasando por la fineza de las pezuñas hasta la integridad de los pitones, la corrida está pensada para el triunfo grande. Esperemos que sea así y don Rafael pueda saborear el triunfo como ganadero, que antes lo obtuvo en innumerables ocasiones como matador de toros.
   
“Es bueno para la fiesta brava que florezcan nuevas  ganaderías, pero ser ganadero de bravo es producto de afición, conocimiento, dedicación y mucha seriedad; porque no se puede jugar con el público que sostiene el espectáculo”
“Vaca de pura casta con toro de pura casta, NO necesariamente da el toro apto para el espectáculo de hoy en día”
“Ser ganadero es una profesión que NO se puede delegar. Pobre de aquel ganadero que no está al pie de su ganadería. No se puede jugar con la ilusión de los aficionados, de los toreros, de los donantes, de los capitanes de fiesta…”

 “Este año voy a la feria Limeña porque es la primera vez en 22 años que me llama la empresa que organiza la Feria del Señor de los Milagros. Han tenido que ser empresarios mexicanos los que reconozcan mi esfuerzo ganadero; espero que los años venideros todas las corridas sean con ganado nacional, y no se aplique el dicho que el peor enemigo de un peruano es otro peruano…”







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