Con poco más de
media plaza hicieron el paseíllo el francés,
Andy Younes, el español, Rafael
Serna y el peruano, Luis López,
para lidiar un encierro bien presentado de La Centinela, que, con matices, pudo
permitir el lucimiento de los espadas.
Andy
Younes
no tuvo una tarde afortunada. Siempre dispuesto desde los recibos con el capote
no llegó a encontrarse con el temple en el manejo del percal. Su lote tuvo
complicaciones que siempre intentó resolver, con aplomo y manejo de las
distancias, aunque sin conexión con el público
y con la espada en contra. Fue
silenciado en los de su lote.
Se presentaba en
Lima Rafael Serna, torero de finas
maneras y con un notorio rodaje a cuestas. Su toreo de mano baja, cadente y
cargado de clase fue una grata impresión para el público de Acho, los que
valoraron pronto ambas labores del torero sevillano. Entonado y con regusto en
los muletazos, se retiró de la plaza oyendo palmas.
El Perú fue
representado por Luis López,
novillero de corto bagaje pero con una entrega sin límites, demostrada desde el
recibo a portagayola y que continuó en una faena de muleta variada, en su
primero, con mucho más actitud en el cierraplaza, que pidió los papeles y pudo
el peruano en base a tesón y disposición caer de pie en su debut en la plaza
más importante del Perú. Paseó una oreja en su primero y saludó al tercio al
finalizar su labor en el sexto.
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